La psicomotricidad gruesa

20.06.2014 00:36

Es el control que se tiene sobre el propio cuerpo, es decir el dominio sobre los movimientos globales de todo el cuerpo, coordinando desplazamientos y movimientos de las diferentes partes del cuerpo en equilibrio, ya sea correr, saltar, caminar, expresión corporal, etc.

Este desarrollo implica acción y representación del propio cuerpo y sus posibilidades.

Dentro de ella podemos distinguir dos áreas diferentes:

 

Dominio corporal dinámico

            Es la capacidad de dominar las diferentes partes del cuerpo en sincronía de movimientos y desplazamientos, llevándolos a cabo de forma fluida y sin brusquedad. Con este dominio el niño/a adquiere mayor seguridad y confianza en sí mismo, ya que asimila sus capacidades y el dominio sobre su cuerpo.

En relación a este dominio podemos trabajar diferentes ámbitos, como son:

 

La coordinación general consiste en la capacidad de realizar movimientos en los que intervengan todas las partes del cuerpo, entre ellas desplazamientos o cualquier movimiento parcial de los diferentes segmentos corporales.

Actividades

¿Qué es?: podemos escoger cualquiera de sus peluches para señalar sus partes del cuerpo y ante el espejo podemos señalar diferentes partes de nosotros mismos, ya sea mediante una canción “como me pica la nariz” o al vestirlo o desvestirlo nombrando los segmentos corporales.

Cada oveja con su pareja: vendándonos los ojos mostraremos al niño/a como reconocemos las partes de su cuerpo aunque no las veamos, y luego él deberá hacerlo.

Compro la prensa: colocaremos un periódico bajo el brazo y jugaremos a intentar quitárselo a papá o mamá. A continuación, podemos envolver alguna parte su cuerpo con el periódico para ayudarle a interiorizar su esquema corporal.

 

El equilibrio es la capacidad de adaptarse a la gravedad adoptando la postura deseas, lo que implica la asimilación de su eje corporal y los reflejos que le ayuden a mantenerse estable sin caerse.

Actividades

El modelo: podemos decirle a nuestro hijo que vamos a dibujarlo y que tiene que quedarse muy quieto y después podemos intercambiar puestos. Es necesario que nos quedemos quietos con las piernas separadas hasta la altura de los hombros aproximadamente, los niños apoyan un pie sobre el metatarso y el otro sobre el talón. El tronco permanece erguido y la vista se dirige al frente.

La estatua: nos moveremos al ritmo de la música. En el instante en que la música deje de sonar, los niños permanecen inmóviles, cual una estatua, adoptando la postura que tenían justo antes de parar de sonar la música. Podemos hacerlo juntos usando los anuncios de la tele, por ejemplo.

El trencito: podemos hacer una fila para recorrer la casa cogidos a los homros y cintura de quien tengamos delante a la vez que elevamos una pierna y luego la otra cantando diversas canciones como “el tren se va, tiene que partir, y el  niño/a que no venga se quedará aquí”. 

El escultor: podemos dejar que  nuestro hijo/a se convierta en escultor moldeando nuestra figura y después al revés como un juego muy divertido, ayudándole a experimentar distintas posiciones corporales.

 

El ritmo está formado por una serie de pulsaciones o sonidos que son separados por intervalos de tiempo variable. Aquí se trabaja la capacidad de mantener la coordinación en la realización de movimientos a través de unos sonidos dados. Con respecto a psicomotricidad en el ritmo se alternan las tensiones musculares y hace el movimiento de forma fluida.

Actividades

Saquito: muy parecido al juego de las estatuas excepto que por parejas tienen que recoger algún objeto, colocarse en la espalda y llevar al sitio de partida. La actividad se hará con música, cuando pare la música la pareja tendrá que dejar de caminar y reanudar la marcha cuando la música vuelva a sonar. Podemos variar nuestros movimientos como ir dando saltos o moviéndonos al ritmo de la música, con ello estimulamos el gusto por la música y potenciamos nuestro ritmo.

Sigue las reglas: caminaremos con la música, y al aviso, cambiamos la dirección. Habrá 3 reglas que podemos variar según la edad de nuestro hijo/a. si damos una palmada saltamos, si damos 2 andamos hacia atrás y si damos tres volvemos a andar normal.

 

La coordinación visomotriz requiere la unión de 4 elementos necesarios para su maduración, estos son el cuerpo, el sentido de la visión y el oído, además del movimiento del cuerpo u objeto. En el aprendizaje de esta capacidad se practicarán ejercicios donde el cuerpo se adapte al movimiento del objeto procurando el control de su propio cuerpo y del objeto.

Este es el dominio más frecuente en el hombre que implica “objeto-ojo-mano”.

Actividades

Bota la pelota: nos pasaremos la pelota primero normal y luego variando, ya sea con un bote, dos botes…o se puede incorporar otra pelota que vaya en dirección contraria. Si son muchos niños/as formaran un corro.

Cuélala: buscaremos un recipiente y lanzamos pelotas, tanto con una mano como con la otra, intentado encestarla en la papelera. Empezaremos con un recipiente grande como canasta y progresivamente irá siendo más pequeño y estará más alejado de acuerdo a la precisión que vaya alcanzando.

Plastilina: podemos modelar con plastilina diferentes formas (cilindros, bolas…) e incluso usar algún tema como referencia, por ejemplo “vamos a hacer a nuestro perro ruffo” y nos fijaremos en cuantas patas tiene como son sus orejas, fomentando que se fije en los detalles también.

A colorearusaremos pintura de dedos para colorear dibujos o para hacer cualquier dibujo libre. Esta actividad siempre motiva a un niño cuando ven los libros de colorear pero cuando son muy pequeños es recomendable usar pintura de dedos ya que la presión de pinza no la tienen muy afianzada para coger una cera. Para evitar que se manche le pondremos un babero que proteja su ropa de la pintura y estaremos armados con toallitas.

 

Dominio corporal estático

Hace referencia a las actividades que conllevan que el niño interiorice su propio esquema corporal ejecutando una acción representada mentalmente. E incluye 4 fases que llevarán al niño a adquirir una buena motricidad gruesa, tras la incorporación del dominio corporal dinámico.

La tonicidad se puede entender como el grado de tensión que es necesario para ejecutar cualquier actividad física. Se regula por el sistema nervioso pero para llegar a un equilibrio tónico deben experimentar al máximo aquellas sensaciones que se perciben  durante actitudes estáticas y dinámicas.

Los músculos vivos nuca se hayan totalmente libres de tensión por que siempre guardan cierta firmeza aunque esos músculos no estén participando la acción que realiza el resto o parte del cuerpo.

Las características del tono muscular son las ser permanente como decíamos antes, involuntario, variable ya que se tensan y destensan ejercitando el tono muscular y de origen reflejo.

Actividades:

Aprendiendo a nadar: podemos aprovechar para ejercitar el tono muscular a la vez que enseñamos a nuestro hijo/a a nadar. Para ello, le pediremos que se tumbe bocabajo y comience a mover un brazo primero, después el otro y más tarde, los dos juntos en la manera en que nadaríamos. Procederíamos a realizar el mismo ejercicio con las pierna  primero uno y luego la otra alternativamente, para finalizar moviendo todo el cuerpo a la vez. Con esta actividad al igual que mejora su tono muscular también adquirirá seguridad para moverse dentro del agua.

Paseando por la jungla: En este juego, tomará un papel importante tanto nuestra imaginación como los estímulos que proporcionemos a los niños. Imaginaremos que estamos en la jungla paseando cuando escuchamos un sonido y parece ante nosotros un tigre (cada vez que aparezca un animal imitaremos su forma de moverse y su sonido).

Marionetas: explicaremos que ahora son nuestras marionetas y deberán hacer lo mismo que nosotros, y viceversa, después podemos proceder a cambiar el papel y seremos nosotros la marioneta dejando al niño/a ser el guía de los movimientos.

 

El autocontrol es la capacidad de regular la propia energía muscular para poder realizar movimientos con la cantidad de fuerza requerida, que se quiera emplear en cada momento, pero para ello es necesario tener un buen tono muscular. Es una forma de equilibrar el movimiento.

El recién nacido comienza con movimientos reflejos que desaparecen para llegar al autocontrol.

Actividades

Las sillas: usando la música como base nos moveremos alrededor unas sillas dispuestas en círculo, cuando la música pare nos sentaremos en ellas, quedando una persona sin silla debido a que habrá colocadas un número menor de las personas que juegan, de manera  que gane la última persona en sentarse cuando solo quede una de ellas.

Las burbujas del autocontrol: haremos pompas con un pompero y deberemos dejarlas pasar libremente a nuestro alrededor evitando explotarlas. Para  dejar disfrutar al niño/a también podemos establecer una orden que nos permita explotar cierto número de ellas o las de cierto tamaño. Para ello deberá observar que pompas puede explotar en lugar de volverse loco explotándolas todas.

 

La respiración es aquella función mecánica consistente en la asimilación de oxigeno para nutrir los tejidos para desprender el dióxido de carbono del cuerpo.

La educación de la respiración es necesaria para hacerla regular y nasal, de esta forma será beneficiosa. Se realiza en dos tiempos diferentes llamados inspiración y espiración y dos maneras torácica y abdominal

Actividades

Pompas de jabón: jugaremos a hacer pompas de jabón de diferentes tamaños variandos nuestros soplidos en  mayor o menor duración.

Fiesta de globos: enseñaremos a inflar globos de diferentes tamaños y colores que después lanzaremos al aire e intentaremos evitar que caigan al suelo soplando. Primero jugaremos con un solo globos y después iremos sumando cada vez más.

 

La relajación se entiende como la capacidad innata del individuo para alcanzar un estado de calma que se caracteriza por la bajada de la presión arterial, del ritmo cardíaco, de la velocidad del metabolismo y de las ondas cerebrales.

Es decir, la reducción voluntaria del tono muscular, ya sea segmentaria o de forma global.

La relajación se lleva a cabo para que los niños aprendan a disfrutar de su cuerpo en reposo, de la inactividad y de la ausencia de estímulos en silencio. Además su importancia se debe a la necesidad de dejar descansar su mente. Los niños están constantemente aprendiendo a lo largo del, y necesitan un momento de relajación para grabar lo aprendido o visto en su cerebro y asimilarlo antes de realizar otras actividades. En el caso de no tomar ese descanso, se llega a crear un estado de confusión y olvidar aquello que ven. En un futuro, esto puede llegar a provocar un bajo rendimiento escolar.

No obstante, la relajación aporta muchos beneficios al niño como la disminución de la ansiedad y aumento de la capacidad de enfrentarse a situaciones estresantes, ya que mediante una actitud relajadas puedes afrontar los problemas y situaciones difíciles de forma más tranquila y coherente, e incluso ofrece la capacidad de encontrar soluciones de forma más rápida porque también aumenta la concentración, memoria, reflexión y de la creatividad, entre otros beneficios.

Actividades

La tortuguita: Esta es una técnica muy usada con niños que se enfadan fácilmente. Así contaremos la historia de una tortuguita que cansada de pelarse con sus amigos decidió que cada vez que se enfadara se metería en su caparazón y no saldría hasta que se hubiera calmado. De esta forma, cuando digamos tortuguita nuestro hijo/a apretará los brazos contra el cuerpo y meterá la cabeza entre los hombros, emulando meterse en su caparazón. Tras un breve momento saldrá relajado y feliz.

La ducha: Para proceder a la relajación podemos usar diferentes técnicas de la vida diaria como la ducha. Para esta, en concreto, el niño/a permanecerá quieto mientras con las yemas de los dedos lo masajeamos emulando la caída del agua en la ducha. Con esta actividad también favorecemos, la idea de la ducha como un método de relajación y no tan solo higiénico.

A carcajadas: Esta técnica es parecida a la anterior, pero en lugar de masajearlo intentaremos hacerle reir, con ello elimina tensiones y sus músculos se relajan.

El espejo: Esta técnica se puede realizar entre dos personas mirándose, una imitando los gestos y de la segunda y viceversa, o las dos mirando a un espejo real. Se intentará que los movimientos sean pausados y para ello, podemos poner música rejante que favorezca a crear este ambiente.